Beatriz

On julio 24, 2013 by La Quinta Pata

beatrizDe dentro hacia fuera

Llegué a Barcelona de casualidad. Una de esas casualidades en las que no cree la gente que no cree en las casualidades. Un pequeño fallo de proyecto, de planes, un giro, un cambio imprevisto que condiciona tu rumbo de una manera definitiva. A partir de ahí conocerás unos lugares, unas personas, construirás unas relaciones y aprenderás el mundo de una forma determinada sólo por causa de ese giro.
La primera vez que aterricé la ciudad era sólo escenario, un atrezzo bastante currado dónde supuestamente se brindaban algunas posibilidades únicas: estudiar en una universidad de mayor prestigio, acceder a una oferta cultural más amplia e interesante que en mi ciudad de origen, conocer a una cantidad de personitas variopinta y con diferentes inquietudes… y claro…como en cualquier ciudad si yo me sigo, la rutina se apodera y lo que es escenario se me queda corto.
Me mimetizo con mi anonimato y camino de puntillas. De puntillas por la ciudad, de puntillas por la vida, sin mezclarme, sin sentirla y sin sentirme parte. Rutinizo. Me atomizo. Voy y vengo, descubro a ratos. Observo con pereza. Dejo de sorprenderme. Y no es la ciudad. Soy yo.
Y cambio de ciudad. Y ese caminar con una especie de distancia entre “la realidad” y yo no desaparece.
La mirada se refresca, la forma de presentarse, el juego social. La búsqueda es otra. No está el qué sino en el cómo. Algo simple cuando se dice, realmente jodido cuando intenta practicarse. En ese punto del proceso, de intentar cambiar la mirada y no el lugar, en ese proceso de aceptar los espacios y a mí en la relación con ellos y lo que ofrecen, volví. Volví a Alicante y decidí volver de nuevo a Barcelona. Un lugar conocido pero desconocido al mismo tiempo. Un lugar que acomoda y rutiniza y que puede atraparte si te descuidas en esa alienación de “gran” capital y en el que amigos me hacen de refugio. En ese compartir las miradas crecen. Estoy intentando estar tranquila, sin querer echar a correr hacia otro lugar dónde me sentiré más parte, dónde me sentiré más yo. De dentro hacia fuera, cambiando desde ese dentro todo con lo que me relaciono.
No sé si tiene sentido. Estoy cansada por mi dura rutina de hoy y al final, lo que cuenta siempre al escribir es escupir, o intentarlo, lo que normalmente queda a medias si sólo es pensamiento.

Comments are closed.