Adriana

On julio 24, 2013 by La Quinta Pata

adrianaVolver a pasar por el corazón

Hace tres años pise España como puerta de entrada a un continente viejo en el que para mí era todo nuevo. En aquella ocasión mi historia se dirigía a París y recuerdo* que la bienvenida no estuvo en manos de la Guardia española que insistía en requisar mis cosas una y otra vez; sino en el momento en que vi aquel mural que me recibía fraternalmente y me recordaba en formas precolombinas y danzas mediterráneas como somos hermanas España y América.
En febrero de 2012 regresé a Europa enamorada fugazmente de una ciudad que había vivido por pocas horas pero que me había cautivado por sus formas y colores. Vine a Barcelona a estudiar jazz y llegué en el que para mí fue el día más frío del año. Mi estancia me ha ofrecido conocimiento musical pero también me ha servido para curtir el alma a punta de confrontarme con una amplia masa culturalmente diversa.
Hasta cierto punto logré hacerme un lugar en medio de la urbe, pero aún existen muchas cosas que no entiendo. Como por ejemplo: ¿Por qué deben lavar las calles todas las noches utilizando miles de litros de agua?  O como, ¿Por qué insisten en llamarle castellano al idioma Español? Son cosas que de cierta manera reflejan brechas entre las distintas formas de pensar, pero que a fin de cuentas nutren el diverso compilado social del que formamos parte. Y es que para mí encontrarme hoy en Barcelona, ha significado sobre todo un reencuentro con un origen del que no tenía consciencia antes de llegar aquí. Extrañamente surgió en mí la necesidad de vincularme con el legado cultural propio de mi país y desde mi profesión es algo que se ha convertido en una búsqueda incesante desde mi llegada.
Soy colombiana, escultora de profesión, enamorada de la cerámica y actualmente residente en España en calidad de estudiante de música. Me encuentro estudiando los ritmos del pacífico colombiano, la gaita y el maracón del atlántico. Me apasiona cortar el pelo, cosa que heredé de mi abuela paterna junto con tres pares de tijeras que sobrevivieron el Bogotazo.
Además, hago parte de una batucada brasilera tocando tambor zurdo y me gano la vida tejiendo artesanía bajo el nombre de ‘almaZen’. Ahora mismo mi vida se encuentra casi suspendida bajo una premisa de futuro incierto; aunque de momento no tengo un lugar de residencia estable tengo la certeza de viajar muy pronto a mi país. Tanta Barcelona me ha abierto el apetito de conocer la selva colombiana. He decidido que si he de regresar a Barcelona voy a adoptar un perrito. Me gustan los galgos.
____________________________________
* Recordar: del latín recordari,  que significa “volver a pasar por el corazón”

Comments are closed.